martes, 26 de mayo de 2015

En los ojos de Biela



El cometa Biela lloró a manera de lluvia de estrellas.

Durante seis horas de una noche de noviembre en 1877,

Biela se esparció, fosforescente, por toda la tierra.

Ésta, al pasar de los años, se ha tragado los fragmentos del cometa.

Y han regresado a las raíces.

De las raíces han nacido árboles.

Y de los árboles se han recogido los frutos.

Ingiriendo los frutos, hemos preservado sus nutrientes.

Y en ellos está Biela.

Somos polvo de cometas.

-Viena.

domingo, 17 de mayo de 2015

Nebulosa del Cangrejo


Tengo los ojos negros, como la bóveda de noche, en cuyo brillo centellea la luz de Antares y en el otro, la de Vega.

Mi cara es entonces, la Luna.
Pálida y llena de mácula. En cuyo relive sobresalen cráteres y mares que carecen de sentido.

Sobre mi costado, descansan las Pléyades, mis hermanas.
No me han abandonado desde el viejo verano.

Sobre mi pecho resplandece Eta Leonis.
Mirándola desde lejos, nadie sabe de ella.

Tenés que acercarte a la estrella.

-Biela.

Writing on a white page


Y en veces,

me quedo sentada y quietecita.

Preguntando sobre días pasados.

Siendo que los mejores,

más que los venideros,

son los que me presencian

sentada y quietecita.

-Biela.

Constelaciones



Si el cello suena grave.

Es porque la ballena surca los cielos.

Estrellados, debajo de Andrómeda, Cefeo y Casiopea.

Pero bien dicen, las lenguas entre grecas,

que Perseo con astucia vencería,

con paciencia y lealtad,

todo lo que por justicia vendría

un día.